¡Herejía en Economía!
Por: George Durand Cori
El título del presente artículo conmemora el ideario que el profesor Dante plasmó en su libro Economía para Herejes.
Y
es que, sin lugar a dudas, la economía necesita ser cuestionada y
examinada. Hace un par de años, cuando decidí estudiar economía, no creí
que existiera una ofuscación por una corriente. Peor aún, entre alumnos
y docentes nadie la criticaba ni la critican. De ahí que empecé a
escudriñar algunas cuestiones sobre la enseñanza -sesgada- de mi
facultad.
Citaré
un breve texto que Friedrich von Hayek expuso en la entrega del Premio
del Banco de Suecia en Ciencias Económicas, en 1974: “Por una parte, la
reciente creación del Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas
marca una etapa significativa en el proceso por el que, en opinión de la
gente, las ciencias económicas han alcanzado en parte la dignidad y el
prestigio de las ciencias físicas. Por otro lado, en el momento actual
se espera de los economistas que digan cómo ha de extirparse del mundo
libre la seria amenaza de la inflación acelerada que -hemos de
admitirlo- es el resultado de la política que la mayor parte de los
economistas han recomendado, e incluso urgido, a los gobiernos. Hoy por
hoy tenemos pocos motivos para sentirnos orgullosos: como profesión,
hemos creado una confusión enorme”. (1)
En
efecto, la insensatez académica de obstinarse con políticas que, sin
lugar a dudas, se utilizarán (siempre) para fines lucrativos -en
especial, para vivir con el dinero de los ciudadanos- es lo que nos ha
llevado a tal situación. De ahí que “la economía está de luto”.
En
opinión de los economistas heterodoxos, el fallo de los economistas se
halla íntimamente relacionado con la propensión a imitar en todo lo
posible los procedimientos de las ciencias físicas.
Sucede
que en economía existe un enfoque que es claramente dominante: la
teoría neoclásica. En palabras de Galbraith: la “sabiduría
convencional”. Este enfoque -supuestamente- científico monopolizó la
enseñanza en economía en casi en todas las facultades del mundo. En
palabras del profesor Dante: “Se puede hablar de otros enfoques, claro
está, en cursos ´sin importancia´ como los de ´Historia del Pensamiento
Económico´, ´Historia Económica´ o ´Sociología Economía´; pero los
cursos de teoría económica ´pura y pura´ (Macroeconomía y Microeconomía)
tienen que centrarse y basarse casi exclusivamente en el esquema
convencional” (2). Es decir, si la generación actual de economistas
posee solo la “verdad absoluta o sabiduría convencional”, no tiene
ningún caso la historia intelectual (3). Los cursos mencionados, pasan
desapercibidos por las aulas sin tomar en cuenta la importancia de otros
enfoques existentes.
Enhorabuena,
los estudiantes de la Universidad de Manchester, en 2014, se rebelaron
ante la enseñanza ortodoxa, exigiendo vigorosamente la “pluralidad
económica”. Mentar a Keynes en las aulas (y no digamos a Marx) sigue
siendo tabú. La única teoría válida es la economía neoclásica. Todo lo
demás es anatema (4). Si bien es cierto, Keynes es el “gurú” en
macroeconomía, todo aquel que critique el esquema convencional es
considerado un “anti-economista” y se le pueden presentar objeciones tan
tontas como “No amas tu carrera”, logrando hacerle el hazme-reír en las
aulas. La absurda, como diría Hayek, “pretensión del conocimiento”,
siempre campea en las aulas, con docentes encapsulados con su único
lineamiento que, según ellos, es el más óptimo y sagrado, que no merece
ser cuestionado.
No,
señores. Por ello el devenir a ser un hereje. Ya no es una cuestión de
postura, sino un cambio de paradigma. Caso contrario, seguiremos siendo
unos inertes, académicamente hablando, dejando que la insensatez y la
presunción sigan reinantes en el campo de la economía.
¡No temas, hereje! Estamos sueltos y recios para hacer frente a la sabiduría convencional.
La
herejía, venga de donde venga, siempre enriquecerá la academia. Al fin y
al cabo, dependerá mucho de nuestro sentido crítico para no ser un
simple corifeo.
Referencias:
1) Friedrich von Hayek, Nuevos Estudios de Filosofía, Política, Economía e Historia de las Ideas, Unión Editorial, Madrid, 2015, p. 41.
2) Dante A. Urbina, Economía para Herejes: Desnudando los Mitos de la Economía Ortodoxa, CreateSpace, Charleston, 2015, p. 10. (http://danteaurbina.com/economia-para-herejes/)
3) Mark Blaug, Teoría Económica en Retrospección, Fondo de Cultura Económica, México, 2001, p. 25.
4) Carlos Fresneda, “Rebelión en las aulas de Económicas”, El Mundo, 29 de marzo del 2014.
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